Era un día de San Valentín cualquiera, al menos cualquiera de los que pasé en preparatoria y la escuela decidió que era buena idea llevarnos a todos al cine a ver una película de zombies que sí, se enamoran y bueno, de lo lindo todo.

Antes de esta ocasión, mis amigos sabían muy bien de un crush mío, ese chico dreamy pero nerdy, que tenía sonrisa colgate y además era listo, jugaba volleyball y se lucía por lo alto. Era flaco y bastante reservado, pero para mí en ese entonces era un chico que me gustaba demasiado.

Volviendo a lo del cine, días antes decidí tomar el asunto en mis manos y confesarme, era cuando el drama coreano me daba bastantes ideas y eso de la confesión fue muy popular, así que dije ok, ¿Cómo decirle? Inventé un dichoso intercambio de regalos entre toda la clase, solo para poder comprar una taza de espresso blanca y que no me dijeran nada en casa, aparte de pensar en hornearla con un diseño hecho por mí.

El hecho de que fuera homemade también me daba esa ilusión de que el chico dijera wow! ok! seamos algo! (lo cual ahora pienso que fue super iluso de mi parte), pero bueno yo la hice toda linda con la frase en espiral y por dentro de la taza se leía: 

La envolví y en una bolsa color morado (mi favorito), esperando lo mejor, otros detalles no recuerdo.

Ugh! Ese día me llevaron en auto al lugar y no sé si salimos a destiempo o algo por el estilo pero llegué super tarde y cuando todos ya estaban dentro de la sala. Lo que si es que mis amigos sabían que me gustaba y me guardaban un lugar junto a él, aunque cuando llegué alguien más lo había tomado, así que pasé toda la función en la parte de abajo y con un amigo que gracias al cielo me ayudó a no sentirme tan sola en el área de maestros... acabando la película salimos y todos andaban ya sea de shopping o viendo si íbamos a comer juntos.

Antes de esto llamé al chico y sin decirle nada solo le di la bolsa, porque preguntó para quién era o si me lo habían dado, extendí ridículamente mis brazos y se lo di, después de eso dijo amablemente, gracias! y nos separamos....en parte porque era la primera vez que yo hacía algo así con alguien que me gustara (lo cual era inusual) y también porque de la emoción salí corriendo lejos y llorando del shock y de lo boba que me sentí haciendo eso, aunque varias de mis amigas felicitaron el momento y lo valiente que fue.

Pasó el tiempo y de hecho fuimos a comer en la misma plaza; no lo volví a ver ese día, así que era obvio el resultado. Otro amigo solo me pudo decir que fue un "shock" para él y que no sabía que hacer, pero era obvio el rechazo, sino qué más?

Ni siquiera fue capaz de mencionar el tema, nunca hablamos de eso y solo lo dejé ir...me trató como si no hubiera pasado nada, solo amigos y ni siquiera de los cercanos.  Creo que eso cuenta como experiencia de lo que muchos llaman friendzone, pero solo sé que desde ese entonces decidí que yo no haría el first move de ser novios o algo así, o sea si decir hey me gustas! pero no la pregunta que hace oficial a la pareja, porque esa experiencia me hizo darme cuenta de que quiero vivirlo, ser yo la que reciba algo lindo como lo que hice, que ese momento alguien lo preparara conmigo en mente...

Confiaba mucho en la valentía de declararse una y hacer la pregunta, pero al menos una vez en la vida, quiero sentir mariposas de que el hombre en cuestión haga una pregunta así, cursi o no, es algo que me gustaría y es por ello que dejé de lado la idea de ser yo la que hiciera tal cosa, al menos para "la pregunta" y no puedo decir que no he pensado en ello, porque cuando te pega el amor puedes hacer cualquier cosa, pero al menos en este asunto aún me reservaré ser el primero que alce la voz. 

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